Sonic Frontiers ya está entre nosotros, tras algún tiempo en el que los fans han andado especialmente nerviosos por conocer cuál sería el calado del que es el último juego de uno de los iconos vivos más importantes de la historia de los videojuegos. Y su lanzamiento ha servido, también, para demostrar el enorme abismo que separa a los fans y los críticos de medios especializados que ven las cosas desde puntos de vista muy distintos.
¿Toda la magia de Sonic?
Desde que se anunciara el desarrollo de este Sonic Frontiers, han sido muchísimos los jugadores que han especulado sobre el camino que iba a seguir el famoso puercoespín azul. Es cierto que algunos de los últimos juegos no le habían hecho justicia al personaje, más allá de aquel desarrollo fan que terminó llegando al mercado gracias al impulso de la comunidad y que es, hasta hoy, uno de los mejores lanzamientos de la franquicia: Sonic Mania, de 2017.
Sonic Frontiers supone un cambio sensible en todo lo visto hasta ahora porque es el primero que se atreve a ir un paso más allá de las fases lineales que han protagonizado la saga desde sus comienzos para intentar subirse a ese carro que lo inunda todo con los mundos abiertos. Una fórmula que hasta los God of War han abrazado en sus dos últimas ediciones y que está por ver que sean del agrado de los fans más tradicionales.
Pero esa mezcla de mundo abierto y de fases lineales, que se juegan a toda velocidad, ha provocado un cisma en la comunidad de la que forman parte tanto los jugadores como la prensa especializada, los críticos. Lo que para unos es un gran juego, para otros se queda a mitad de camino y no se consolida como un título redondo, que es lo que esperaría todo el mundo de SEGA y su personaje más importante. ¿Imagináis que ocurriera algo así con Mario y Nintendo?
¿Quién lleva la razón?
Sonic Frontiers ha llegado para todas las plataformas imaginables: PS5, PS4, Nintendo Switch, PC, Xbox Series X|S y Xbox One. Si nos damos una vuelta por Metacritic, la versión de PS5 recoge una puntuación media de la prensa de 72 sobre 100, mientras que los usuarios elevan esa valoración hasta el 9.1 sobre 10. Es decir, un notable normalillo frente a un sobresaliente en toda regla. Si miramos en Xbox Series X|S veremos una situación parecida con dos reviews que puntúan el juego en un pírrico 60 por ciento mientras la comunidad llega hasta el 8,8.
En Nintendo Switch la valoración de la crítica se queda en un 73 por ciento frente al 9,0 de los jugadores y en PC, curiosamente, es el único lugar en el que el color de las dos valoraciones está en consonancia: reviews verdes que alcanzan el 80 por ciento frente al 9.0 de la comunidad. ¿Qué está ocurriendo?
Como podéis ver, los fans tienen claro que el juego es lo suficientemente Sonic como para darle toda la confianza y conformarse con todo lo bueno que tiene de su planteamiento más clásico. Esos fallos técnicos que ha sufrido en el lanzamiento saben que podrán corregirse y prefieren centrarse en una jugabilidad que nos devuelve a algunos de los mejores momentos vistos de la saga a lo largo de los últimos 31 años. Y eso significa velocidad, anillos, fases interminablemente grandes y unas músicas que a los más veteranos nos devuelven a unos tiempos en los que gobernaban los 8 y los 16 bits.
Y tú, ¿a quién crees? ¿A la crítica o a los jugadores?