Lanzan un nuevo mando PRO para PS5 más caro que el DualSense Edge de Sony

 

Microsoft fue la primera de los first-party que miró claramente a la cara de los jugadores más PRO y les dio la oportunidad de controlar los juegos con un dispositivo de un rendimiento a prueba de bombas. Luego vendría Sony con su DualSense Edge y parece que las puertas se han abierto de par en par en PS5 porque se han comenzado a anunciar nuevas apuestas de marcas tan reconocidas de hardware como la mismísima Razer.

¡Vuélvete un gamer PRO!

Ese parece haber sido el grito que las marcas están haciendo llegar a sus potenciales clientes, a los que los gamepads oficiales se les comienzan a quedar cortos. Y mucha culpa de esa sensación parte del auge en los últimos años del sector de los eSports, ese en el que los usuarios compiten de forma casi profesional y para garantizarse siempre el mejor control, nada mejor que disponer de un mando con las máximas calidades y precisión.

Razer no es sospechosa de haberse beneficiado de esa ola de los deportes electrónicos, con infinidad de gamas de periféricos que van desde teclados a ratones, alfombrillas y por supuesto sillas especialmente diseñadas para hacer descansar nuestro cuerpo como merece. Y los gamepads también han sido una de sus especializades, así que no era extraño pensar que también se atreverían con un dispositivo PRO para PS5, la consola que ahora mismo comanda las ventas dentro del segmento de sobremesa (no, no estamos contando Switch).

El resultado de esa estrategia que en PS5 continuará lo visto con las escenas competitivas de FIFA o Call of Duty en PS4 es la llegada de este Wolverine V2 PRO que, lejos de arrugarse ante la presencia del nuevo DualSense Edge de Sony, ha decidido poner tierra de por medio en cuanto a prestaciones y, por supuesto, precio.

Razer Wolverine PRO 2.

Máximo rendimiento

Este nuevo gamepad apuesta por la calidad de los materiales para ofrecer el mejor grip posible cuando lo tenemos en las manos. Eso, que es determinante en el instante en el que nos metemos en una competición profesional, debe estar acompañado también por sus prestaciones que, en este caso, le permiten presumir de una muy baja latencia entre el momento en el que damos la orden pulsando un botón y el instante en el que la consola recibe la señal. Eso es básico cuando jugamos a Call of Duty o damos un pase en FIFA ante la vigilancia de un contrario.

Como viene siendo costumbre en este tipo de mandos, los sticks son intercambiables, los gatillos podremos afinarlos con la sensibilidad que más nos convenza y los botones podremos configurarlos para que realicen funciones específicas dependiendo del perfil de cada juego. Como en el caso de otros modelos PRO del mercado, dispone de levas en la parte posterior y una tecnología especial en el hardware que nos garantiza la menor respuesta posible ante cada orden que le damos a la consola.

Eso sí, a pesar del precio, no contará con la tecnología háptica de los DualSense de Sony en los gatillos, con esa fuerza de resistencia según el videojuego que le confiere más realismo a la experiencia gaming. Aquí, esa característica se ha sacrificado en pos de una respuesta prácticamente instantánea. ¿El precio? Pues a Razer no sabemos si se le ha ido la mano, pero lo sitúa en 299 euros, es decir, unos 60 más que el modelo Edge de Sony.

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