A pesar de los múltiples sistemas de protección que tenemos hoy en día, los virus informáticos (así como sus variantes, tales como el Malware, Troyanos, etc.) siguen siendo un problema en la informática moderna, y debes saber que el foco de infección número uno es el correo electrónico. Así pues, si recibes un email con un archivo adjunto, en este artículo te vamos a ayudar a saber si el remitente es legítimo y si es seguro abrir lo que te han enviado o no.
Realmente, es un fastidio que el PC se te infecte con algún tipo de virus, y ya no solo porque podrías verte obligado a formatear el PC para librarte de él, sino también porque podrías perder tus archivos y documentos, e incluso podrías contagiar el virus a otros PC de la red y a los demás dispositivos. Por este motivo, siempre es una muy buena idea tomar algunas precauciones para evitar ser infectado en lugar de confiar únicamente en los software antivirus que puedas tener.
Precauciones con los archivos adjuntos
Vamos a tratar primero esos sospechosos correos electrónicos que incluyen archivos adjuntos. La gran mayoría de clientes de correo electrónico (incluyendo los correos web) cuentan con sus propios sistemas de protección, como el que tiene el más popular de ellos: GMail. Si ya de entrada ves una advertencia en color amarillo o rojo que te está diciendo que puede haber problemas… hazle caso.
No obstante, estos sistemas de protección no son infalibles (igual que tampoco lo son los software antivirus que puedas tener instalados por tu cuenta, ni siquiera Windows Defender (y más si no mantienes Windows actualizado), así que hay una serie de precauciones que debes tomar, y la más importante de ellas es que tengas sentido común. Estas son nuestras recomendaciones:
- Revisa el nombre y la dirección de correo: ¿conoces al remitente? ¿Estabas esperando un correo suyo? Si no es así, comienza desconfiando. Hay muchos emails malintencionados que se hacen pasar por cuentas «oficiales», y por ejemplo podrías recibir un correo que parece ser de Correos o de la Guardia Civil, pero cuando miras la dirección de correo electrónico tiene un dominio @outlook.com, o un nombre ininteligible que, desde luego, parece poco oficial.
- Revisa la ortografía y la gramática: muchos correos malintencionados han sido, literalmente, traducidos con Google Translate. Esto significa que el texto que te llegará no estará del todo bien, con fallos de gramática y puede que incluso de ortografía, y que parecen haber sido escritos por una máquina o por una persona extranjera utilizando un traductor, y no por una persona nativa. Mal asunto.
- ¿Recuperar tu contraseña? La mayoría de emails malintencionados tienen como objetivo robar tus credenciales, así que si te llega un supuesto correo electrónico que te insta a recuperar tu contraseña pero tú no lo has pedido, seguramente sea malicioso.
Como ves, básicamente nuestros consejos para saber si un email es seguro están relacionados con tener sentido común, y no liarte a abrir archivos adjuntos o a pulsar en enlaces sin antes asegurarte de que está todo en orden.
Que no tenga adjuntos no significa que el email sea seguro
Hemos querido dejar una sección específica para esto, porque de hecho hoy en día la mayoría de correos electrónicos fraudulentos no llevan archivos adjuntos, sino que esconden enlaces y buscan que hagas clic en ellos. Estos enlaces podrían llevarte a sitios de phishing, a descargas de virus o a páginas que emulan sitios web donde recuperar tu contraseña y, al introducir tus credenciales, te los robarán.
NUNCA pulses en un enlace de un correo electrónico sin antes comprobar si es seguro, y para ello lo mejor que puedes hacer es simplemente poner el ratón encima y comprobar a dónde te va a dirigir. Fíjate en este ejemplo:
Como puedes ver, supuestamente el enlace nos lleva a un archivo de audio en MP3, pero al poner el ratón encima, en la barra de abajo nos sale una dirección que poco tiene que ver, y de hecho nos lleva a una página web que, con toda probabilidad, será maliciosa.