Windows 11 ya tiene más de un año de vida. Sin embargo, el nuevo sistema operativo de Microsoft no está teniendo el arranque que esperaba Microsoft por varios motivos. El primero de ellos, los nuevos requisitos mínimos que dejan fuera casi a la mitad de los ordenadores que hay en funcionamiento hoy en día. Y, por otro lado, el hecho de ser un sistema incompleto, que aún está lanzando las novedades que, en su día, prometió Microsoft. Tras la primera gran actualización de este sistema, la versión 2022, hoy sabemos que muy pronto va a llegar una de las novedades prometidas más esperadas.
Con el anuncio de Windows 11, Microsoft confirmó que muchas de las APIs exclusivas de Xbox iban a llegar a los jugadores de PC. Gracias a ellas es posible aprovechar mucho mejor la potencia del ordenador para conseguir mejor tasa de fotogramas por segundo y, sobre todo, reducir los tiempos de carga y espera de los juegos.
Esta esperada novedad no es otra que DirectStorage. Esta API, exclusiva de Xbox, iba a llegar en exclusiva como una novedad de Windows 11, aunque finalmente Microsoft decidió llevarla también a Windows 10, aunque de forma algo más limitada por las limitaciones del sistema operativo. Windows 11 (y la actualización de 2021 de Windows 10) incluyen la API DirectStorage 1.0, una primera versión de la misma que no está rindiendo tanto como debería.
Ahora, Microsoft ha anunciado que, muy pronto, los usuarios podrán empezar a disfrutar de la nueva API DirectStorage 1.1. Esta versión, que llegará completa a Windows 11 y limitada de nuevo a Windows 10, y se centrará en mejorar mucho la tasa de descompresión de los datos delegando esa tarea en la tarjeta gráfica en vez de en el procesador como hasta ahora. De esta forma, es posible conseguir tiempos de carga muy inferiores a los que tenemos ahora mismo, reduciendo también la carga de la CPU.
Qué necesitamos para usar DirectStorage 1.1
Aunque esta novedad va a llegar tanto a Windows 10 como a Windows 11, Microsoft recomienda usar este último puesto que, además de ser más moderno, tiene otras optimizaciones especializadas que permiten a DirectStorage rendir mucho más que en Windows 10.
Además, es muy importante tener un SSD NVMe, ya que estos dispositivos de almacenamiento son mucho más rápidos para que la gráfica pueda leer todos los datos sin cuellos de botella.
Por supuesto, también debemos tener la última actualización del sistema operativo. En el caso de Windows 10, por ejemplo, es necesario contar con la actualización de 2021, o superior, para poder hacer uso de este DirectStorage, mientras que con Windows 11 es necesario haber actualizado a la versión de 2022 del sistema operativo (aunque, a falta de confirmar, también podría llegar a la primera versión).
Además, tener el ordenador preparado no nos asegura poder hacer uso de esta tecnología. Para poder aprovecharla es necesario que los desarrolladores añadan la API de DirectStorage a los juegos para que puedan aprovecharse de esta función. La versión 1.0 de esta API no ha tenido todo el éxito que esperaba Microsoft, y son muy pocos los juegos que realmente se aprovechan de ella. Habrá que esperar a ver si con la nueva versión 1.1 de esta API los desarrolladores se animan más a implementarla en los juegos.