Puedes tener una segunda pantalla para tu portátil y te la puedes llevar con él

 

Las pantallas USB-C han aparecido en las tiendas desde hace ya un tiempo y son una alternativa a una pantalla convencional. ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas de este tipo de periféricos? ¿Se trata de una alternativa viable a un monitor convencional en todos los usos o se encuentran ciertamente limitados? ¿Qué necesita mi ordenador para poder usarlas?

Una de las utilidades del USB-C por encima del cable de tipo A es el hecho de que puede usarse para alimentar a periféricos que suelen necesitar más energía de lo normal. Lo que permite no solo una simplificación de los cables, sino también eliminar la fuente de alimentación de muchos periféricos. Los más comunes de ellos, las pantallas USB-C portátiles.

¿Qué utilidad tienen las pantallas USB-C?

El origen de este tipo de monitores viene por una de las variantes de los cables USB-C, el cual recibe el apellido de Alt-DP y su particularidad es que puede transmitir vídeo a través de los pines de datos, ya sea de forma mixta o completa. Lo cual en principio no debería ser algo que sobre el papel sorprendiese, sin embargo, desde el momento en que todo cable USB también funciona como cable de alimentación, esto nos permite usar la energía de nuestro PC para alimentar la de estos monitores y que estos no lleven fuente de alimentación.

Pantalla USB-C y portátilPor lo que son extremadamente portátiles, y si tenemos la suerte que nuestro portátil o placa base de nuestra torre tiene una salida de vídeo de este tipo, entonces nos encontraremos con la ventaja de poder llevar uno de estos monitores encima. Los cuales además son mucho más pequeños y finos que uno convencional. Tanto es así, que en realidad a simple vista pueden recordar a una tableta y son ideales para escritorios de poco espacio o cuando necesitamos desplazarnos, pero no podemos prescindir de una doble pantalla.

La parte negativa de todo ello es que las salidas de vídeo USB-C no se están prodigando mucho en muchos equipos, placas base y aún menos en tarjetas gráficas donde dicho puerto brilla por su ausencia. En el último caso, tiene razón de ser, ya que serían varias decenas de vatios que cargar a un hardware cuyo consumo se encuentra totalmente disparado. En todo caso, muchos modelos de estas pantallas disponen de entradas HDMI o DisplayPort convencionales.

¿Para qué tareas son recomendables?

Pues no os los recomendamos para jugar, tienen un alto tiempo de respuesta y no funcionan a altas frecuencias. Aparte de que no podréis conectar vuestra tarjeta gráfica último modelo. Es más, si sois usuarios de PC de torre os recomendamos una solución más tradicional, es decir, un monitor de toda la vida.

Doble pantalla USB-C

En todo caso, son ideales para tareas profesionales si tienes un portátil y un escritorio con poco espacio. La mayoría de modelos no son otra cosa que pantallas de ordenador portátil vendidas de forma independiente. Por lo que suelen tener un tamaño entre las 13 y las 15 pulgadas, Mucho menos que el monitor de sobremesa que podemos encontrar a la venta. Lo que hace que en espacios estrechos sean ideales para trabajar con ellos.

Ten en cuenta que cuando los uses van a tomar energía de tu portátil, por lo que afectarán la carga del mismo y harán que se agote más rápidamente. En ese caso es ideal si eres un profesional itinerante tener una Powerbank de varias decenas de miliamperios para tener tu portátil y monitor USB-C bien cargados de energía a la vez.

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