Han pasado bastantes años, y quizás muchos no lo recordéis, pero tras tres entregas compartiendo escena y protagonismo con Rayman (y muchas más en solitario) los Rabbids comenzaron a agotar la fórmula que les dio una gran popularidad en 'Rayman Raving Rabbids': los minijuegos. El hecho de que la última entrega del principal personaje de Ubisoft culminase con 'Rayman Legends' tampoco sentó demasiado bien a sus seguidores, aunque la compañía quería centrarse en el resurgir de los Rabbids con un nuevo proyecto que ofreciera cierta frescura y se alejase de los clásicos minijuegos.
Ahora bien, ¿cómo surgió esta colaboración entre Mario y los Rabbids? No son pocas las barreras que tiene Nintendo a la hora de colaborar con otras compañías, y más si ello supone ceder a sus personajes más importantes.
David Soliani, director creativo de Ubisoft Milan y encargado de sacar a flote una nueva entrega de los Rabbids, tuvo la genial idea de desarrollar en papel lo que podría llegar a ser un videojuego conjuntamente entre Mario y Rabbids. Más tarde, ese minijuego sería llevado a una demo jugable que sería presentada al mismísimo Miyamoto; tal fue la calidad del proyecto que el creativo japonés llevó a Soliani hasta las oficinas de Tokyo. Allí, en Japón, tras una serie de pruebas, reuniones y al frente de un pequeño estudio de desarrollo, consiguió que 'Mario + Rabbids Kingdom Battle' fuese una realidad.
Atendiendo a todo ello, ¿qué es lo que ha conseguido cautivarnos?
Mario en un juego de estrategia
La mayor novedad, y lo que es más interesante, es que nunca antes habíamos podido ver a Mario en el género de estrategia, alejándose enormemente de las plataformas con las que había continuado desde sus inicios.
¿Pistolas? Para Nintendo era impensable; aunque lo cierto es que el videojuego lo pide, y lo hace de una forma desenfadada que permite no prestar demasiada atención a esta novedad. Además, uno de los puntos más interesantes y que suele pasar inadvertido, es que aquí Mario no es el gran protagonista que debe salvar a la princesa, sino que está acompañado de un buen plantel de compañeros con los que compartir victorias y derrotas.
Es por ello que, aunque Nintendo, Ubisoft y el propio videojuego quieren centrar a Mario como el protagonista, en muchas ocasiones es todo lo contrario. Esto es debido a que los Rabbids consiguen llamar la atención por su tono humorístico con el que se han caracterizado cada una de las escenas donde hacen una aparición. En 'Sparks of Hope' volvemos a verlos más activos que nunca, pero durante nuestra exploración nos encontraremos con unos Rabbids que parecen haber tomado una mayor consciencia: ya no están tan alocados como en su primera entrega; al menos no del todo.
Por su parte, los villanos, y especialmente los jefazos, también están muy bien diseñados en ambas entregas. Las apariciones estelares de cada uno de ellos y el desafío que supone enfrentarlos son muy variadas, sorprendentes y gratificantes; aunque 'Sparks of Hope' peca de ofrecer combates muy desafiantes en su historia principal y otros que son demasiado sencillos en las zonas de exploración. No es algo a lo que se deba prestar demasiada importancia, porque el juego, en su modo, es exigente para que tengamos nuestra estrategia en mente, pero sí que se nota ese cambio tan radical entre cada enfrentamiento.
Sin prestar demasiada atención a este aspecto, lo cierto es que cada combate supone una nueva forma de enfrentar a cada enemigo. Los escenarios son más variados que en su primera entrega, al igual que el característico movimiento de los personajes (que se comparó en su día con XCOM: 'Enemy Unknown') ofrece una mayor libertad y versatilidad; esto es algo que ha conseguido gracias al diseño de los mapeados y a la verticalidad de las plataformas. En cuanto a la exploración, ha superado con creces a la linealidad de 'Kingdom Battle,' apostando por escenarios más amplios y con un mayor número de elementos con los que interactuar: desde los clásicos minijuegos hasta poder acceder a determinadas instalaciones y edificios.
Con una segunda parte ya lanzada, es lógico que la historia sea continuista. Mientras que en la primera entrega tuvimos que hacer frente a Bowser Jr., ahora entra en escena Cursa: una entidad malvada que no nos lo va a poner nada fácil. Todo lo que se hizo bien en la primera entrega podemos ver cómo ha evolucionado a mejor en la segunda; todo un acierto, ya que ofrece todo lo necesario como para que sintamos que estamos ante un videojuego diferente.
Atendiendo al éxito que tuvo Kingdom Battle y la gran evolución de Sparks of Hope, esto nos da ciertas pistas del camino que podría tomar Nintendo en el futuro. Esta es sin duda una gran apuesta que puede vislumbrar el regreso de Mario y compañía a otras licencias; y la pregunta que podríamos hacernos es a qué videojuegos se adaptaría con la misma soltura que lo ha hecho con los Rabbids.
Hace unos años Nintendo lo dejó claro: no está buscando colaborar con otras compañías, aunque los directivos están abiertos a recibir propuestas si ello supone mejorar la calidad de sus licencias. Sin poder predecir el futuro, tendremos que esperar un tiempo para conocer si Nintendo, finalmente, da este salto tan importante con su personaje más emblemático o con otros propios de la compañía.
Aunque las miradas están puestas en Mario + Rabbids: Sparks of Hope, el fontanero de Nintendo está más vivo que nunca. No debemos olvidar que se trata de una gran época para la compañía y su mascota, ya que se ha confirmado la creación de Nintendo Pictures y hace poco pudimos ver el primer tráiler de la película animada de Super Mario, donde actores tan reconocidos como Chris Pratt o Anya Taylor-Joy pondrán las voces de los respectivos personajes de Mario y la Princesa Peach.