Windows, al igual que todo sistema operativo, se encuentra gestionando y ejecutando procesos de forma continua para hacer funcionar nuestro ordenador y que podamos interactuar con el mismo. Sin embargo, hay veces en que existen procesos que están ahí sin sentido alguno. Un ejemplo es su navegador Edge, el cual ahora mismo lo está ejecutando tu PC, aunque no lo hayas abierto en la vida.
Edge es el sucesor de Internet Explorer, un navegador que domino el mercado hasta que sus limitaciones y problemas llevaron a la creación de aplicaciones mucho más avanzadas que dejaron a la opción de Microsoft muy atrás. Una particularidad que diferencia la nueva aplicación de su predecesor es que no forma parte del sistema operativo, pese a que desde Redmond afirmen que sí.
El navegador Edge consume recursos sin usarlo
Microsoft Edge es el actual navegador web de Microsoft, al igual que Safari de Apple y Chrome de Google se basa en el motor webkit. Sin embargo, y esto es algo que muy poca gente sabe, este se encuentra siempre ejecutándose en segundo plano. Incluso si el usuario no lo ha ejecutado nunca en su PC o simplemente no lo tiene abierto. ¿Cómo lo sabemos? Pues por una simple visita a la línea de comandos de Windows que nos pega el chivatazo de que el navegador de Microsoft se encuentra en ejecución, incluso sin que lo hayamos activado la aplicación.
El pantallazo tiene una serie de información que es interesante, en total, tenemos 8 procesos que se encuentran en ejecución, 5 de ellos en un estado desconocido y otros 3 se encuentran funcionando. En este mismo momento. Además, la tercera columna nos indica que no es un servicio del sistema y, por tanto, no es algo que requiera Windows para funcionar. ¿El motivo detrás de ello? Pues parece ser que tiene que ver con las extensiones del navegador que tengamos instaladas en el mismo. Al menos esa es la explicación oficial.
Dado que afirmaciones extraordinarias requieren demostraciones del mismo calibre, hemos decidido quitar de nuestro navegador Edge dos extensiones que se habían instalado previamente. Hemos cerrado dicha aplicación y nos hemos encontrado de nuevo con el mismo problema. Un Microsoft Edge sin extensiones sigue consumiendo recursos del sistema y casi 200 MB de la memoria RAM, algo que nos puede parecer irrisorio para varios gigas de memoria, pero son ciclos de la CPU malgastados y parte de la memoria en algo que no usamos y tampoco el sistema.
¿Cómo cerramos Microsoft Edge?
Debido a que el programa no se muestra como abierto, no lo podemos ver en el administrador de tareas, y, por tanto, no podemos terminar su ejecución desde la interfaz gráfica de Windows. Por lo que nos toca hacerlo desde el símbolo del sistema o desde su versión más avanzada, PowerShell. Como siempre, acceder a esta parte de Windows es sencillo:
- Pulsa la teclas Windows y X al mismo tiempo.
- Del menú contextual que aparece selecciona Power Shell (administrador) o símbolo del sistema (administrador).
- Tras ello se abrirá la ventaja en la línea de comandos, para cerrar Microsoft Edge simplemente teclea la siguiente línea: taskkill /f /IM msedge.exe.
- La terminal nos informará con una serie de mensajes consecutivos que se han cerrado todas las instancias de msedge.exe.
Lo que veremos a continuación es algo curioso, veremos que la información de la barra de tareas en cuanto a la temperatura y el clima del día empieza a parpadear para actualizarse, así como el conjunto de noticias del día que nos aparecen al hacer clic sobre ello. Sin embargo, una visita de nuevo a la línea de comandos nos dirá que Microsoft Edge ya no se encuentra en activo.
¿Nos está espiando Microsoft?
La respuesta es sí, pero no es algo tan burdo como usar el navegador para hacerlo, sino que más bien el espionaje se hace a través de un pequeño procesador al que no tenemos acceso y que recientemente Microsoft ha renovado y se ha incluido tanto en las últimas CPU de AMD como las de Intel, obviamente estamos hablando de Plutón. En otros sistemas más antiguos aprovechan el chip TPM como Caballo de Troya.
Más bien Windows 10 tiene una serie de aplicaciones en segundo plano que están siempre ahí, ejecutándose, pero que nadie usa. Un ejemplo son una serie de Apps universales. Un ejemplo de ello es PhoneExperienceHost, la cual sirve para sincronizar nuestro teléfono móvil con el PC. En ese caso es fácil retirar la aplicación es fácil, pero, en cambio, con Microsoft Edge la argumentación es que el sistema lo utiliza para ciertas funciones clave. Si esto fuera así, entonces el cierre de la aplicación supondría un colapso inmediato del sistema, sin embargo, no es as y tampoco intenta reabrir de nuevo la aplicación.
Más bien, las conclusiones es que Edge realmente no es parte crucial del sistema y la política de Microsoft se basa más bien en intentar estandarizar su navegador.