El mayor handicap existente para las unidades SSD es su almacenamiento, es su talón de Aquiles y esto será un problema en los años venideros. En especial de cara a los juegos, ya que nos encontramos a muchos de ellos que ya empiezan a recomendar el uso de estas unidades para instalar sus juegos. Todos sabemos que lo recomendado hoy es lo mínimo mañana. Pues bien, gracias a DirectStorage será posible gracias a la compresión de datos en el SSD, y todo ello gracias a la tarjeta gráfica. ¿En qué consiste y cuáles son las ventajas de ello?
Por fin y después de mucho esperar, casi dos años, desde Microsoft han decidido dar información sobre el mecanismo de compresión y descompresión de datos al vuelo integrado en las tarjetas gráficas compatibles con DirectStorage. Una sección de DirectX 12 Ultimate que le permite a la GPU acceder a la información de las unidades SSD conectadas vía PCI Express sin depender de la CPU. Pero es que esto tiene además otra utilidad, nos permite usar nuestro hardware gráfico para copiar datos desde la unidad de estado sólido a la RAM y descomprimirlos a gran velocidad, mientras que al mismo tiempo se reducirá la carga sobre el procesador.
Las ventajas de la compresión de datos en el SSD para juegos
No se trata de una novedad, dado que los usuarios de PS5 y de ambas Xbox Series ya disfrutan de la ventaja. A las velocidades de transferencia de un SSD NVMe si necesitamos descomprimir los datos a medida que se van transfiriendo, nos podemos encontrar con que no uno, sino varios núcleos del procesador, se tengan que encargar en exclusiva de dicha tarea recortando con ello el rendimiento ¿El truco? Añadir unidades de compresión y descompresión de datos dentro de la tarjeta gráfica.
Pues bien, en la imagen de arriba se puede ver la comparativa a la hora de transmitir información desde el SSD a la memoria de la tarjeta gráfica usando DirectStorage y el decodificador integrado en las que son compatibles con DirectX 12 Ultimate. Para transmitir 5.65 GB de información, el proceso se reduce de 2,36 segundo a 0,80 segundos y un uso de la CPU del 100% al 15%. Por lo que el proceso de descifrar la información comprimida no toma ningún segundo extra. ¿La ventaja principal de esto? Tener instalaciones de los juegos ocupando menos espacio en el SSD, pero sobre todo terminar con el cuello de botella de la falta de memoria de vídeo.
Hay muchos juegos que cargan todos los assets visuales del juego en la RAM de vídeo de la tarjeta gráfica, lo que provoca que si tenemos un modelo con poca memoria acabemos teniendo problemas por los continuos movimientos de copia desde el disco duro a la RAM del sistema y de esta a la VRAM. El nuevo paradigma nos permite copiar datos a gran velocidad desde el SSD a la gráfica cuando sea necesario.
No solo es para juegos
Es más, gracias al mecanismo DMA que tiene toda tarjeta gráfica para conectarse con la RAM principal podemos usar a la GPU descomprimir datos de otras aplicaciones. Por lo que todas en un futuro podrían estar instaladas en formato comprimido. Lo que significará que no solo ocuparan menos espacio en el SSD, sino que por su menor tamaño será más fácil su transferencia.
En todo caso, en las aplicaciones donde esto va a tener más impacto es en las de edición de vídeo y diseño gráfico con archivos de gran tamaño. Ya que solo será necesario tener en la RAM la parte del archivo que estamos editando y no todo él al mismo tiempo. Lo cual es una ventaja enorme en rendimiento y evitará las bajadas en picado en velocidad en esos casos.
En todo caso hemos de recordar que DirectStorage se encuentra disponible para Windows 11 en exclusiva y todavía no hay aplicaciones que lo aprovechen, pero una vez lo hagan vamos a ver una diferencia sustancial en la forma de rendir de muchas aplicaciones. Por lo que la compresión de datos en el SSD va a cambiar por completo el paradigma para muchas aplicaciones que usamos a diario y jubilará definitivamente el uso del disco duro. Sin embargo, será necesario que dichas aplicaciones se adapten al uso de esta nueva capacidad