Los servicios de almacenamiento en la nube se han convertido en elementos muy importantes en nuestro día a día con el ordenador. No cabe duda de que los beneficios que estos nos aportan con respecto al almacenamiento local son muchos, pero también presentan algunos inconvenientes.
Hace años utilizábamos los disquetes para guardar determinadas carpetas y archivos y así poder llevarlos a otros equipos. Estos dieron paso a los soportes de DVD y CD, posteriormente los discos duros externos o las memorias flash USB. Todos estos componentes nos permiten, o permitían, transportar todo tipo de información de un lugar a otro de manera cómoda y sencilla. Pero ya hace un tiempo que llegaron los mencionados servicios de almacenamiento en la nube para revolucionar todo ello.
Con estas plataformas realmente os hablamos de un espacio que determinadas empresas como Google o Microsoft nos ofrecen en sus servidores. Así podremos guardar una buena cantidad de archivos y carpetas de forma remota ahorrando espacio en nuestros discos locales, todo ello a través de internet. Además, buena parte de estas empresas inicialmente nos dan la oportunidad de utilizar ese espacio disponible en sus servidores, de forma gratuita. Evidentemente los gigas que podemos utilizar sin pagar un solo euro están limitados, por lo que para conseguir más espacio ya tendremos que empezar a pagar una suscripción.
Sin embargo, hay determinadas cosas que deberíamos evitar cuando utilizamos estos servicios de almacenamiento en la nube. Es de todo ello de lo que os queremos hablar a continuación para así sacar más provecho y de forma más segura a estas plataformas.
Almacenar contenidos no permitidos
La mayoría de los servicios de almacenamiento en la nube tienen una serie de políticas de uso que debemos respetar. Estas se refieren a los tipos de contenidos que podemos almacenar, así como al tamaño máximo de los archivos que podemos subir para guardar en nuestro espacio. Debemos tener muy presente que en el caso de no respetar esas políticas de uso podríamos perder nuestra cuenta. Incluso podemos perder todos los contenidos almacenados en la misma de forma repentina
Utilizar la plataforma en la nube sin protección
Aunque en un principio nadie más debería poder acceder a nuestra cuenta, es más que recomendable que la protejamos con una contraseña. Esto quiere decir que deberíamos establecer algún tipo de password o credencial de acceso personal para proteger todo aquello que guardemos aquí. Esto es algo que se hace especialmente patente sí vamos a subir a nuestro espacio almacenamiento archivos personales o sensibles.
Compartir enlaces y contenidos privados o sensibles
Es más, en el caso de que guardemos archivos que no queremos que nadie más vea o tenga acceso a los mismos, también deberíamos evitar compartir todo ello. Hay que saber que estas plataformas de almacenamiento nos suelen ofrecer la función de compartir determinadas carpetas o archivos mediante enlaces de internet. Así podemos enviarlos mismos a cualquier otro usuario que deseemos que tenga acceso a esos contenidos.
Con todo y con ellos debemos tener cuidado acerca de los enlaces que creamos o con quién vamos a compartir todo ello.
Dar acceso a nuestro espacio personal a otros
Del mismo modo debemos tener en cuenta que este espacio debería ser propio, a no ser que se trate de una cuenta empresarial que utilicen varios trabajadores. Pero a nivel de usuario final no deberíamos permitir que nadie más almacenarse contenidos en nuestro espacio definido en los servidores remotos. Más si tenemos en consideración que a través de un simple correo, cualquier otro puede crearse su propia cuenta y almacenar archivos y carpetas propios bajo su responsabilidad.