La semana pasada, Microsoft lanzó la esperada actualización de 2022 de Windows 11, la 22H2. Esta versión ha aterrizado con una buena cantidad de cambios, mejoras y novedades muy esperadas por los usuarios. Pero también ha introducido una buena cantidad de fallos, errores y problemas que están causando todo tipo de quebraderos de cabeza a los usuarios. Especialmente dos de ellos que nos pueden dejar sin PC si intentamos actualizar teniendo un procesador, o una tarjeta gráfica, concretas.
El primero de los problemas que nos encontramos a la hora de actualizar a esta nueva versión de Windows se encuentra relacionado con las tarjetas gráficas. Concretamente con las NVIDIA. Una de las novedades de Windows 11 22H2 ha sido la llegada del HDR automático, así como de la frecuencia variable, VRR, de los monitores. Sin embargo, muchos usuarios están experimentando lagging y stuttering en sus juegos. Y no solo eso, sino que algunos títulos ni siquiera llegan a ejecutarse correctamente.
Pero, por desgracia, los problemas con las gráficas NVIDIA no son los únicos a los que debemos enfrentarnos. Sin ir más lejos, Windows 11 está causando pantallazos azules en equipos que tienen procesadores Intel. Estos problemas se originan concretamente en los controladores Intel Smart Sound Technology (Intel SST), presentes en los equipos que montan un procesador Intel de 11ª generación. Este controlador es el responsable de reproducir el sonido DSP (Digital Signal Processor). Y lo peor de todo es que estos problemas llevan presentes desde hace un año, y Microsoft aún no los ha solucionado.
Estos problemas afectan directamente a los usuarios de Windows 11 22H2, pero también parece afectar a los Insider de la actualización de 2022 de Windows 10, la cual llegará en unos días. Por tanto, si tenemos Windows 10 instalado, de igual forma recomendamos esperar y no actualizar de día cero hasta ver la evolución de estos fallos.
Solución temporal a los problemas
Por suerte, aunque Microsoft ha bloqueado las actualizaciones a los PCs afectados, si ya hemos actualizado, o queremos actualizar por nuestra cuenta, hay varias formas de mitigar los problemas. Por ejemplo, en el caso de NVIDIA, el fabricante de las tarjetas gráficas ha lanzado una nueva actualización de sus controladores, la 517.48, que se centra, exclusivamente, en corregir estos problemas.
En el caso de los problemas de los procesadores Intel, Microsoft recomienda mitigar los problemas, y acabar con los pantallazos azules, instalando una versión moderna de los drivers Intel Smart Sound Technology. Las versiones 10.30.00.5714 o 10.29.00.5714, y posteriores, ya no tienen estos problemas.
¿Actualizar o esperar?
Obviamente, viendo la gran cantidad de problemas que nos estamos encontrando, y los problemas que aún no han aparecido, lo más sensato es olvidarnos de Windows 11 22H2 y seguir usando la primera versión de este sistema operativo. E incluso, mucho mejor, olvidarnos de Windows 11 y seguir usando, al menos por ahora, Windows 10.
Es cierto que poco a poco Microsoft va tomando nota de todos estos errores y problemas y, al final, los termina corrigiendo trabajando codo con codo con los fabricantes (Intel y NVIDIA en este caso) para ofrecer la mejor experiencia a todos los usuarios. Pero aún se tratan de actualizaciones verdes, y, si no queremos problemas, lo ideal es esperar, al menos, 6 meses antes de actualizar.